Este fin de semana hemos estado en el Jardín del Edén. El nombre de nuestro B&b (Park Eden) no podría ser más adecuado ya que semejante vergel bien merece la comparación... y el de nuestro alojamiento, dado el nombre de este blog, tampoco. Os presento "La Casita", base de nuestra excursión al Valle de Antón y hogar de numerosas aves y plantas e insectos que conviven en total armonía:
Llegar al Valle no resultó fácil, ya que como siempre, y a pesar de llevar navegador, nos perdimos por el camino y llegamos hasta Antón (el pueblo siguiente, a una hora de camino). Pero la espera bien mereció la pena. El Valle de Antón es, como su propio nombre indica, una pedanía en el valle del río Antón, con un gran número de casas de vacaciones, una iglesia y un par de restaurantes. Quien espere un concepto de pueblo parecido al europeo, que no venga... porque no lo encontrará aquí... y esto, a su vez, es parte del encanto de este lugar.
Al llegar nos vimos inmersos en la naturaleza más pura y vibrante: colores, olores, sonidos... decenas de agradables sensaciones que nos unían a nuestro yo más profundo y olvidado. Mientras avanzábamos por el pueblo pudimos ver un armadillo tan campante por la carretera... y al llegar a casa... tres o cuatro colibríes saciaban su sed tras libar las flores de nuestro alrededor en un bebedero sobre nosotros:
Visitamos el Chorro del Macho, una cascada en un paraje muy selvático. Lo pasé mal con los puentes colgantes tipo Indiana Jones pero finalmente superé mis miedos y vértigos y lo conseguí... ¡me siento orgullosa! Antonio propuso hacer tirolina, ya que ofrecían esta actividad, pero podéis imaginar que me negué en rotundo...yo ya había cumplido con los dichosos puentecitos...:
También visitamos unos petroglifos del 300 D. C. y otras cascadas en el camino hacia la cima de la India Dormida... cuando íbamos a medio camino en nuestro ascenso, nos pareció que iba a empezar a llover y además estaba anocheciendo... así que literalmente nos "cagamos de miedo" y bajamos en diez minutos lo que habíamos subido en 40... Y ahí acabó nuestra aventura...
A la izquierda se puede ver el petroglifo. Se supone que es un mapa de la zona dibujado por los nativos hacer 1700 años. Un niño nos hizo una rimbombante explicación, aprendida de memoria probablemente de su profesor y con la voz muy engolada. El chaval se lo curró, así que le pagamos 3$ y se fue más contento que unas pascuas después de hacernos esta inquietante foto. Atentos al halo que hay sobre nuestras cabezas... Los que me conocéis ya sabéis de mis intereses metafísicos y espirituales (ahora viene mi momento Íker Jiménez, ejem...): ¿Será posible que este sea un lugar de poder conservado a través de los siglos y que los espíritus de los antiguos chamanes nos estuvieran vigilando en su bosque milenario? Cuanto menos, sorprendente ¿no? Ahí lo dejo... lo cierto es que el chico nos hizo tres fotos... y en las tres está esa luz extraña sobre nosotros...
Arriba a la derecha, una vista de la zona del Chorro Macho cuando salió el sol.
Bajo estas líneas, un selfie desde el Chorro Macho :-)
También visitamos un zoo donde lo más reseñable fueron unos tapires y las malas condiciones en las que vimos a algunos de los animales... así que no hicimos muchas fotos. Por último, visitamos unos baños termales en los que nos dieron barro para exfoliarnos la cara:
Esta es la cara que se nos quedó cuando nos dijeron que teníamos que enjuagarnos y meternos en una piscina con agua termal de dudosa salubridad... aun así, fuimos valientes y nos dimos un chapuzón... el agua sabía a hierro y tenía miles de partículas flotando. Estaba MUYcalentita. Luego nos secamos al sol y nos fuimos. Espero que no tengamos que salir en uno de esos programas de Monsters inside me (Monstruos dentro de mí) que echan por la tele... al llegar nos dimos una ducha a conciencia por si acaso. La cara, eso sí, nos quedó muy suavecita.
En cuanto a la comida, luces y sombras. Estuvimos en el mejor lugar en el que hemos comido en Panamá, con mucha diferencia, hasta la fecha: La Casa de Lourdes. La comida estuvo exquisita y las dos copas de vino blanco que nos tomamos también ayudaron a animar la velada, junto con las ranas saltarinas que venían a saludar, ya que estábamos frente a la alberca:
Comimos también en otros dos sitios que no merece la pena mencionar porque bien el servicio, bien la comida, o ambos, estuvieron regular tirando a mal.
Sí os dejo un par de fotos más de los exteriores del hotel:
Próxima parada... México... ¡y es que no paramos!
No puedo para de reír!!! Las caras cuando os enteráis que os tenéis que lavar con el agua...Jajajajaja
ResponderEliminarGracias Bea por compartir de manera tan maravillosa todo cuanto os acontece!!! Nos tenéis que contar la comida de La casa de Lourdes...Y qué es lo que más te gusta de Panamá. Y de Colombia...
Pasadlo muy bien en México!!!
Un besazo infinito!!!
Muchas gracias, Elena... seguiré informando puntualmente... ¡Feliz verano a todos!
ResponderEliminarYa verás como al final hasta te tiras con la tirolina!!!!!! Besos mu veraniegos desde Graná!
ResponderEliminar¡Qué sitios más chulos y qué envidia, niños!
ResponderEliminarUn abrazo muy fuerte desde Ribeira.
Andrés
¡Qué guay todo! A Andrés lo que más rabia le ha dado es que no haber podido ir al nacimiento del río Antón or del Chorro Macho ;P
ResponderEliminarQueremos otro post! Vuelvan pronto!!
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